img zap
Antecedentes

En el último cuarto del siglo XX, inspirado por la semilla de la digna rebeldía y esperanza sembrada en el corazón de hombres y mujeres mayas y zoques en el congreso indígena de 1974 que se realizó en San Cristóbal de las Casas, Chiapas; cobra fuerza el movimiento cultural que lucha contra el despojo de la memoria milenaria y colectiva de la que han sido víctima los pueblos originarios desde 1492. Se dan cuenta de la necesidad de recuperar sus propias memorias como el asidero para asumirse como sujetos de su propia historia posibilitando otros senderos a la diversidad lingü ística y cultural. Ésta lucha contra el despojo permite que las voces de la diversidad salgan del ocultamiento para ser escuchadas en los diferentes espacios; exigen justicia, una instancia de atención cultural a los pueblos indios de Chiapas capaz de contener las políticas de integración que atenta contra su vida, sus culturas.

Ésta exigencia fue expuesta y defendida por los representantes mayas y zoques en los Diálogos de San Andrés Larráinzar , específicamente en la Mesa 1: Derechos y Cultura Indígena. El 16 de febrero de 1996, se firman los primeros y únicos acuerdos entre representantes del EZLN y el Gobierno Federal. En dicho documento, en el apartado de acciones y medidas para Chiapas, compromisos y propuestas conjuntas de los Gobiernos Estatal y Federal y EZLN, en la sección de educación y cultura se estipula: "el Gobierno del Estado de Chiapas creará en el corto plazo, un Centro Estatal de Lenguas, Arte y Literatura Indígenas", es así como el 19 de julio de 1997 inicia sus funciones pretendiendo ser un espacio que dé voz a los pueblos originarios para que sean ellos quienes hablen por sí mismos, por esta razón la planeación y dirección de este centro está a cargo de personal indígena, característica que para entonces lo convirtió en único y pionero en toda la república Mexicana para luchar contra la discriminación racial histórica y sistémica.

Pese a la importancia de este primer paso, es preciso decir que eso no fue lo acordado en los Diálogos de San Andrés. El Celali necesitaba ser un centro autónomo y desconcentrado, solo bajo esa figura podría cumplir con las demandas culturales y lingüísticas que gestaron la lucha para crear y ensanchar coyunturas posibles; Lamentablemente, hasta la fecha tan solo es una dirección del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes (CONECULTA), mismo que entró en funciones el 11 de diciembre de 1996.